¿Cuáles son las cosas que todos los padres deberían saber antes de emprender el que se dice es «el trabajo más importante de la vida»?
Esa fue la pregunta que le planteamos a la psicóloga educativa y asesora familiar, Zubeida Dasgupta, quien compartió cinco claves para mejorar la crianza y la salud mental de tus hijos.
1. Conéctate y sintonízate con él
Para ayudar a tus hijos a sentirse seguros desde el inicio de su vida debes conectarte y sintonizarte con ellos, al tiempo que también estableces límites claros y consistentes.
Tu objetivo debe ser establecer una relación que te permita saber o que tu hijo necesita en determinado momento, lo que está pensando y sintiendo.
¿Te necesita a ti? ¿O necesita un poco de espacio? Tienes que estar preparado para saber qué es lo que quiere.
Si la relación está sintonizada, entonces el niño se sentirá seguro y podrá manejar las dificultades en el mundo externo.
Hay mucha evidencia que muestran que los niños que no obtienen esto en los primeros 1.000 días de su vida no desarrollan una buena capacidad de apego.
Y los momentos de alegría compartida también son importantes porque te harán sentir bien como padre, y ayudarán a la comunicación e interacción con tu hijo.
2. Cuida tu propia salud mental
Debes estar consciente de qué es lo que te produce estrés, ansiedad o depresión.
¿Cuentas con una red de apoyo, ya sea tu pareja, amigos, familiares o reuniones locales de padres?
Asegúrate de que tienes apoyo porque esto te hará sentir menos aislado, porque tendrás espacio para desahogarte.
Para los padres que trabajan puede ser realmente estresante equilibrar la crianza de los hijos con un empleo.
Pero si nos sentimos tranquilos y en calma, si nos sentimos mentalmente bien, podremos apoyar mejor a nuestros hijos.
3. No desbordes sus días con actividades
Da a tus hijos tiempo y espacio.
A menudo queremos llenar sus días de actividades cuando en realidad deberíamos quitar el pie del acelerador y tratar solamente de «ser».
Demasiadas actividades, sin embargo, ejercen presión y expectativas en el niño. Eso no les permite tener el espacio para ser ellos mismos y hacerse conscientes de sí mismos.
A menudo vivimos en la modalidad de «apresurado» y no en la modalidad de «ser».
Si tenemos espacio, tanto en tiempo como en nuestra mente, podemos escuchar lo que nuestros hijos dicen, ya sea verbalmente o no verbalmente.
De esta forma será más probable que el niño hable de sus sentimientos.
No tienen que ser horas, sólo pasa 10 minutos en el mundo de tu hijo, observando, uniéndote a sus actividades, siguiendo su juego.
Discute los sentimientos en situaciones diarias. Por ejemplo en los libros, ¿qué sienten los personajes? Muestra con delicadeza interés en lo que tu hijo está sintiendo y pensando.
Esto ayuda a los niños a desarrollar el vocabulario para hablar sobre sus sentimientos.
4. Ayúdalo a ser resiliente y a resistir la frustración
Ayuda a tu hijo a ser más resiliente, incluso desde una edad temprana.
Si no puede introducir un cubo en un juego de formas, tú no podrás sentir su frustración ni ayudarle a soportarla.
Pero todos hemos enfrentado frustración a lo largo de nuestra vida. Y aprender a ser resiliente y a resistir la frustración es una buena habilidad.
Intenta ser un padre sensible que puede juzgar hasta dónde puede ayudar a su hijo a tolerar la frustración.
Así, cuando el niño logre controlar una situación realmente bien, muéstrale lo que ha hecho y ayúdale a reflexionar en ello.
5. Las «otras cinco» porciones básicas que debemos consumir todos los días
Los expertos en salud afirman que debemos asegurarnos de comer cinco porciones de frutas y verduras al día para mejorar nuestra salud física.
Pero hay otras cinco cosas que también debemos tener diariamente para mejorar nuestra salud mental:
- Vive el momento con atención plena
- Establece relaciones
- Ejercítate
- Aprende algo nuevo
- Sé generoso
La idea es que hagas un poco de cada una de estas cosas cada día para mantenerte mentalmente sano.
Los padres también deben confiar en sus instintos si están preocupados por la salud mental de sus hijos y pedir consejo a su médico.
Y un consejo adicional…
¡Diviértete! Porque la risa libera las hormonas de la felicidad.