Merkel visita a Trump, con una Europa algo más calmada

merkel-visita-a-trump-con-una-europa-algo-mas-calmadaDerrota del partido ultraderechista en Holanda reenfoca la agenda de mandatarios alemán y de EE. UU.

La canciller alemana, Angela Merkel, realiza, tras una postergación de tres días, su primer encuentro con el presidente de EE. UU., Donald Trump, una cita prevista para el pasado martes y que se produce con una Europa aliviada por la derrota de la ultraderecha holandesa.

La tormenta de nieve en la costa este estadounidense obligó a Merkel y a su delegación a bajarse el pasado lunes del avión, a punto ya de despegar de Berlín hacia Washington, y lo que entonces fue un contratiempo tiene ahora su lado favorable para la canciller.

La líder alemana traslada a Trump la «significación central» que para Berlín tiene la UE, y que el partido liberal VVD del primer ministro Mark Rutte haya sido el más votado en Holanda es un «resultado proeuropeo», destacó Merkel tras conocer los resultados en el país vecino.

La victoria de Rutte disipa el peligro del «nexit» -versión neerlandesa del «brexit»- al que aspira el ultraderechista y xenófobo Geert Wilders y eso es una buena noticia para Merkel ante su entrevista con Trump.

En el primer contacto personal, según han avanzado fuentes gubernamentales, la canciller pretende hacer valer el peso económico de Alemania para Estados Unidos.

En vísperas de importantes cumbres internacionales -en mayo la OTAN en Bruselas y el G7 en Italia y en julio el G20 en Alemania-, no deben esperarse de la reunión revelaciones en cuanto a contenidos. Merkel destacó ya el lunes la importancia de «hablar con el otro, no sobre el otro» y de «entablar un diálogo directo», tras varios contactos telefónicos mantenidos con Trump.

Hay que destacar que los dos líderes tienen una personalidad diametralmente distinta.

Hay que hablar con el otro, no sobre el otro

Merkel, acompañada en el viaje de representantes de algunas de los principales grupos empresariales alemanes, tiene intención de defender los intereses de los inversores germanos en EE. UU. y dejar claro su rechazo a cualquier trato discriminatorio para sus empresas.

Alemania es un actor principal

En opinión de Berlín, la relevancia de las actividades de sus empresas en la economía estadounidenses puede ser de hecho un factor positivo para encaminar la relación bilateral con la administración Trump.

Las inversiones directas de Alemania en Estados Unidos ascienden a 224.000 millones de euros y de las empresas alemanas dependen en ese país 240.000 puestos de trabajo.

Al margen de la economía, y salvo sorpresas, no está previsto que Merkel entre en asuntos como la política migratoria de Trump y el muro fronterizo con México, dos cuestiones que, destacaron las fuentes del Ejecutivo alemán, son un «asunto interno» de EE. UU.

Angela Merkel y Donald Trump

Donald Trump y Angela Merkel

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AFP

La canciller no dudó en criticar el primer decreto con el que la administración de Trump quería vetar la entrada en el país de refugiados y de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.

Merkel llega a Washington empoderada, mientras la Casa Blanca digiere el segundo revés judicial en este tema, después de que un juez federal bloqueara su segundo decreto.

La agenda de temas de la reunión incluye desde la guerra en Siria y el conflicto en Ucrania -incluidas las sanciones contra Rusia a raíz de la anexión de Crimea-, a Libia y la situación en Oriente Medio.

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El futuro de la OTAN también estará previsiblemente sobre la mesa, tras las reiteradas reclamaciones de EE. UU. a sus aliados para que inviertan más en defensa.

Merkel, quien ya ante el presidente Barack Obama había expresado su voluntad de atender a esas reclamaciones, aunque sin sujetarse a cifras concretas, podrá presentar a Trump la subida de esa partida en el borrador de los presupuestos alemanes para 2018.

Angela Merkel llegó el jueves en la noche a Washington

Angela Merkel llegó el jueves en la noche a Washington

El gasto militar alcanzará el 1,23 % del PIB, lejos todavía del 2 % comprometido, pero, según destacó este jueves el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, al presentar las cuentas, la clave es el «mensaje» que se envía con esta subida y no tanto «la cifra concreta detrás de la coma».

Antecedentes no muy halagadores

Trump atacó con dureza a Europa, hablando del «maravilloso» Brexit o prediciendo que otros países abandonarán la UE. No fueron menos fuertes sus críticas a Alemania por su papel demasiado dominante y su «catastrófica» política de acogida de los refugiados.

«Alemania mira hoy a Estados Unidos con una mezcla de perplejidad y preocupación», resume Jeffrey Rathke, del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

Alemania mira hoy a Estados Unidos con una mezcla de perplejidad y preocupación

El experto cita, en particular, los temores relacionados con «las afinidades del presidente y de algunos miembros de su círculo más cercano con los movimientos nacionalistas y populistas en Europa».

Tensiones sobre el libre comercio

Para Merkel, que busca un cuarto mandato y hablará por tanto también a sus compatriotas, esta visita es como un ejercicio de malabarista: debe confirmar el vigor de los vínculos transatlánticos, económicos y militares, y mantener al mismo tiempo cierta distancia con el equipo de Trump.

Es probable que la canciller trate de evitar una foto como la de la primera ministra británica Theresa May agarrada de la mano del presidente Donald Trump entre las columnas de la Casa Blanca, que se hizo viral.

Entre los temas de fondo, Merkel debería reafirmar su defensa del libre comercio en un momento en que la nueva administración norteamericana, que articula su acción en torno al eslogan «Estados Unidos primero», tiene un discurso proteccionista.

Según un alto funcionario estadounidense, la Casa Blanca todavía no ha fijado su posición definitiva sobre el acuerdo transatlántico negociado entre Estados Unidos y la UE, impulsado por Barack Obama, entre otros.

La ministra de Economía alemana, Brigitte Zypries, amenazó el viernes con presentar una demanda ante la OMC en el caso de que Washington materialice su propuesta de realizar un ajuste fiscal en los impuestos fronterizos. «La incertidumbre» sobre las intenciones de Estados Unidos en asuntos comerciales «actúa como un veneno» en la economía, advirtió.

Otro punto de fricción que parece inevitable es el clima, que Alemania quiere convertir en uno de los temas centrales del G20 que preside de cara a la cumbre de julio en Hamburgo.

EFE y AFP

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