Te quedaste sin trabajo de un día para otro y las cuentas vencidas se te aparecen hasta en los sueños. Para esos momentos críticos, hay una especie de «salvavidas»: el seguro de desempleo. Se trata de un fondo de emergencia que, aunque no es el único instrumento de protección social para hacer frente al mal tiempo, suele ser recomendado por expertos laborales. No fue creado para resolver los problemas de pobreza y desigualdad a largo plazo, pero funciona como un colchón, o «amortigüador de shocks«, como le dicen los economistas. En América latina hay solo seis países con seguro de desempleo, según un estudio del Banco Mundial. Ellos son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay.
¿Cómo funciona?
Aunque es distinto en cada país, el seguro de desempleo tiene ciertas características comunes en la región: el beneficio dura en promedio unos seis meses y los pagos disminuyen gradualmente para incentivar al desempleado a conseguir trabajo.¿A cuántos beneficia?
Solo un 17% de los cesantes en América Latina tiene acceso a un seguro de desempleo. Y si se excluye de la lista a Chile y Uruguay, la cifra cae a 6%.¿Cuál es la principal barrera?
El alto grado de informalidad laboral que existe en los países.¿Quién paga el seguro de desempleo?
Hay países donde el seguro es financiado por el empleador, el trabajador y el Estado. Sin embargo, las fórmulas y los montos difieren sustancialmente, dado que cada país juega con sus propias reglas.¿Cómo funciona en cada país?
- Argentina: vigente desde 1991. Es para trabajadores asalariados del sector privado que pierden el empleo sin causa justa o por fuerza mayor.
- Brasil: vigente desde 1986. Es para trabajadores asalariados despedidos sin causa justa, que hayan realizado 12 aportes mensuales al Seguro Social.
- Chile: vigente desde 2001. Es para trabajadores asalariados del sector privado y tiene dos alternativas: Cuenta Individual por Cesantía y Fondo de Cesantía Solidario.
- Colombia: vigente desde 2013. Es para trabajadores que han hecho aportes a la Caja de Compensación Familiar por 1-2 años en los últimos tres años.
- Ecuador: vigente desde 2016. Es para trabajadores asalariados despedidos, que han hecho al menos 24 meses de contribuciones al Seguro Social y que llevan 60 días sin trabajo.
- Uruguay: vigente desde 1991. Es para trabajadores asalariados del sector privado que pierden el empleo o quedan suspendidos. El beneficio consiste en una asignación básica que varía por mes, y se calcula como un porcentaje del salario promedio de los seis meses que precedieron al desempleo, con porcentajes mensuales decrecientes.